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4 de cada 10 trabajadores mayores de 65 años, con acceso a una pensión asociada a un trabajo formal previo

4 de cada 10 trabajadores mayores de 65 años, con acceso a una pensión asociada a un trabajo formal previo

En el foro Pensiones, soluciones para sociedades más longevas, organizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goldfajn, su presidente, consideró que, pese a las mejoras recientes, prevenir y reducir la pobreza en la vejez es el mayor desafío en América Latina y El Caribe, pues menos del 40 por ciento de la población mayor de 65 años tiene acceso a una pensión asociada a un trabajo formal previo, mientras que un 41 por ciento no recibe ningún tipo de ingreso.Goldfajn destacó que, en las próximas décadas, la gente mayor de 60 años representará el grupo más numeroso de la población en la región, lo cual es una excelente noticia y un logro extraordinario, ya que el más reciente informe del BID sobre envejecimiento refleja que las personas de América Latina y El Caribe viven más y con mejor salud que en ningún otro momento de la historia.“Sin embargo, esto no significa necesariamente que estemos listos para garantizar un ingreso decente y una vida sin pobreza para todas las personas mayores, hacia 2050.

Esto debido, en parte, a una cobertura insuficiente de pensiones, pues muchas personas mayores continúan trabajando a pesar de haber superado la edad establecida para su retiro”, indicó el titular del BID. Ilan Goldfajn añadió también que la cobertura insuficiente de los sistemas de pensiones es, en gran medida, producto de la informalidad laboral (el 58 por ciento), que no ha cambiado mucho en la última década y de que la mayoría de las personas que trabajan no pueden ahorrar para el futuro.

“Si no actuamos pronto, el incremento de la longevidad dificultará a los países asegurar pensiones decentes para los mayores de manera fiscalmente responsable”, advirtió.De ahí que, dijo Goldfajn, es indispensable empezar a hacer reformas y generar empleo de calidad con las protecciones y cobertura de la seguridad social, con salarios que alcancen y la tranquilidad de un buen ingreso al momento de la jubilación. Aseveró: “Asegurar pensiones suficientes, con alta cobertura y un balance sostenible entre las financiadas por los trabajadores y las subsidiadas con gasto público; estimulando el ahorro e integrando a los trabajadores no tradicionales”.

En su mensaje, Goldfajn señaló que el gasto público en pensiones podría prevenir el gasto en otras áreas prioritarias como salud, infraestructuras o educación. No obstante, para ello es necesario diseñar sistemas de retribuciones que funcionen bien a pesar de la informalidad laboral.En este sentido, agregó que están convencidos de que los sistemas de pensiones se pueden diseñar para combatir la informalidad pues, dijo, “no queremos que los países de la región tengan que elegir entre mejorar la protección social para los adultos mayores o promover la eficiencia de los mercados laborales”.

“Nuestra visión es que es posible un camino que persiga ambos objetivos de forma simultánea. Enfrentar estos desafíos tendrá consecuencias sociales, económicas y fiscales relevantes en nuestros países. Encontrar soluciones requiere la voluntad de repensar los parámetros esenciales y el diseño general de los sistemas de pensiones, así como la generación de consensos sociales a través del diálogo”, remarcó el titular del BID.Ilan Goldfajn expresó además que lo anterior también involucra que los países del área se empoderen en el uso de la tecnología para transformar y mejorar la cobertura de las pensiones, por ejemplo, facilitando y automatizando los procesos de ahorro para el retiro.“Las sociedades están demandando de nosotros mejorar, además, para evitar la desigualdad, la pobreza, entregar servicios públicos mejores en las áreas de salud, transporte y digitalización. La vejez es un momento de vulnerabilidad. Si no actuamos ahora, mucha gente llegará pobre y sin recursos para retirarse”, concluyó Goldfajn. 

Fuente: El Asegurador